La matanza del cerdo en Almedinilla: una tradición que une familias y sabores

En Patio del Posadero, nos apasiona mantener vivas las tradiciones de nuestra tierra. Entre todas, pocas están tan profundamente arraigadas en la cultura rural de Córdoba como la matanza del cerdo. El pasado fin de semana tuvimos el privilegio de participar en una de estas jornadas, un evento que, aunque requiere dedicación y esfuerzo, recompensa con productos de calidad excepcional, sin conservantes y cargados de historia.

Esta vez, contamos con la sabiduría y el cariño de la familia de Rafa, primo de José. Ellos nos guiaron y compartieron los secretos de esta tradición centenaria. Cada etapa del proceso fue un aprendizaje y un vínculo con el pasado, que dio vida a lo que hoy conocemos como los Salchichones del Posadero.

Salchichones del Posadero: tradición y pureza en cada bocado

Elaborados con carne ecológica certificada de cerdos alimentados con bellota, nuestros salchichones no contienen conservantes. Hemos respetado al máximo las recetas tradicionales: una partida con sal y otra con una mezcla de especias cuidadosamente seleccionadas. Este compromiso con la pureza de los ingredientes y los procesos artesanales es lo que hace que cada bocado sea tan especial.

Sin embargo, lo más valioso de esta experiencia no se encuentra solo en el producto final, sino en todo lo que rodea el proceso: la compañía generosa de amigos y familiares, las charlas alrededor del fuego, las risas y, por supuesto, el disfrute de una buena copa de fino y una deliciosa paella.

El cortijo se llenó de vida con los niños jugando, el aire perfumado por el olor de la chimenea y los rezos tradicionales para que todo saliera bien (“que la masa crezca como Dios creció en su gracia”). Este ritual íntimo y familiar es un legado que se transmite de generación en generación en este rincón tan especial para nosotros: Almedinilla.

Un proceso de paciencia y respeto por la naturaleza

Ahora comienza la etapa más importante: la espera. Los embutidos ya están colgados en la casa del bisabuelo de José, en el lugar ideal para que maduren lentamente durante el invierno. Será a finales de la estación cuando podremos disfrutar del fruto de este esfuerzo, y sabemos que cada minuto de espera habrá valido la pena.

Reconectar con estos rituales estacionales es una forma de sintonizar con la naturaleza y los ritmos de la vida. Nos recuerda que no todo ocurre a nuestro ritmo, sino al de la tierra. Tanto en Almedinilla como en nuestro Patio, aprendemos a detenernos y dar espacio a lo esencial: nuestra salud, bienestar y felicidad.

Una experiencia para los sentidos

La matanza no es solo un tributo a las tradiciones de nuestra tierra, sino también una oportunidad para destacar la importancia de los productos de proximidad y el cuidado de lo que ponemos en la mesa. En nuestro Posadero’s Bistro, podrás degustar estos productos únicos, fruto del esfuerzo colectivo y el respeto por las técnicas ancestrales. Reserva tu mesa aquí

Te invitamos a saborear la esencia de Córdoba en cada bocado y a ser parte de este legado de Almedinilla y su gente. Porque, al final, lo que realmente nos mueve a mantener vivas estas tradiciones no es solo el producto, sino las historias y las personas que las hacen posibles.

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